No voy a poner más nombres porque fijo que se me olvida alguien y no quiero tener que hacer otro post pidiendo disculpas; pero a lo que voy es a que me apetece mucho conocer a ciertas personas en la vida real.
Hay otras que me muero por conocer y aunque sea absurdo me alegran el día cuando me dicen “oye que estaría bien conocernos, ¿voy, vienes o nos buscamos un intermedio?
Si yo le propusiese a alguien quedar en su ciudad y a él no le hiciese demasiada gracia preferiría que me lo dijese a que no me dijese nada por vergüenza y una vez allí me aguantase como buenamente pudiese. Me sentiría fatal y esa persona lo perdería ipso-facto todo para mí.
Una vez alguien vino a conocerme, y no se me ocurre mejor forma que la que hubo de perder la “virginidad virtual”. Pero en cuanto lo propuso no dudé “si quiero”.
Para terminar… no me parece justo dejar que una persona se haga ilusiones, y no me parece justo anteponer un minuto de vergüenza a horas o días de infructuosa espera; por eso yo seguiré en mis treces y no querré conocer a nadie hasta no estar segura…
¿Habéis visto Malena es un nombre de tango? Yo me leí el libro por recomendación de Medea, y luego vi la película. Ver una película de aproximadamente hora y media después de haberte leído un tocho de libro siempre es decepcionante y en este caso más.
No es que la película sea mala (de hecho me gustó mucho) pero es que el libro es la hostia.
http://saludpersonalonline.com/
No pude subrayarlo porque el libro no era mío, y los apuntes que había hecho en una hoja sabe dios dónde están.
Sólo conservo una (que para encima no sé si es literal o una interpretación de Medea) que es la que le dejo hoy a Imagínate en su blog.
“Me río yo de los hombres sensibles, porque en el fondo no tiene nada que ofrecer, los chulos bajo ese caparazón tiene más que darte, se preocupan de lo que siente, no así los sensibles que se ocupan solo de las apariencias. Porque lo más importante es el sentimiento que despiertan en ti, sean como sean”
Creo que una persona sensible no tiene porqué empeñarse en demostrarte a los demás que lo es, igual que una persona especial, o una persona puntual. Esas cosas se notan, ¿acaso una persona obesa tiene que estar todo el tiempo demostrando que lo es? ¿no somos capaces de verlo por nosotros mismos? No sé si es un buen ejemplo pero es el primero que se me ocurre.
Hay otras que me muero por conocer y aunque sea absurdo me alegran el día cuando me dicen “oye que estaría bien conocernos, ¿voy, vienes o nos buscamos un intermedio?
Si yo le propusiese a alguien quedar en su ciudad y a él no le hiciese demasiada gracia preferiría que me lo dijese a que no me dijese nada por vergüenza y una vez allí me aguantase como buenamente pudiese. Me sentiría fatal y esa persona lo perdería ipso-facto todo para mí.
Una vez alguien vino a conocerme, y no se me ocurre mejor forma que la que hubo de perder la “virginidad virtual”. Pero en cuanto lo propuso no dudé “si quiero”.
Para terminar… no me parece justo dejar que una persona se haga ilusiones, y no me parece justo anteponer un minuto de vergüenza a horas o días de infructuosa espera; por eso yo seguiré en mis treces y no querré conocer a nadie hasta no estar segura…
¿Habéis visto Malena es un nombre de tango? Yo me leí el libro por recomendación de Medea, y luego vi la película. Ver una película de aproximadamente hora y media después de haberte leído un tocho de libro siempre es decepcionante y en este caso más.
No es que la película sea mala (de hecho me gustó mucho) pero es que el libro es la hostia.
http://saludpersonalonline.com/
No pude subrayarlo porque el libro no era mío, y los apuntes que había hecho en una hoja sabe dios dónde están.
Sólo conservo una (que para encima no sé si es literal o una interpretación de Medea) que es la que le dejo hoy a Imagínate en su blog.
“Me río yo de los hombres sensibles, porque en el fondo no tiene nada que ofrecer, los chulos bajo ese caparazón tiene más que darte, se preocupan de lo que siente, no así los sensibles que se ocupan solo de las apariencias. Porque lo más importante es el sentimiento que despiertan en ti, sean como sean”
Creo que una persona sensible no tiene porqué empeñarse en demostrarte a los demás que lo es, igual que una persona especial, o una persona puntual. Esas cosas se notan, ¿acaso una persona obesa tiene que estar todo el tiempo demostrando que lo es? ¿no somos capaces de verlo por nosotros mismos? No sé si es un buen ejemplo pero es el primero que se me ocurre.